El 22 de marzo, las Naciones Unidas celebran el 30º Día Mundial del Agua, una jornada que pretende centrarse en acelerar las soluciones a la crisis del agua y el saneamiento. La contaminación por plásticos desempeña un papel importante en la crisis: de 8 a 10 millones de toneladas métricas de plástico se vierten anualmente en nuestros océanos, lo que repercute en la salud medioambiental y la vida marina. Un nuevo informe ayuda a los accionistas a presionar a las empresas para que abandonen las fuentes de combustibles fósiles vírgenes y reduzcan los residuos plásticos.
El Índice de Fabricantes de Residuos Plásticos 2023 de la Fundación Minderoo evalúa a 50 empresas petroquímicas mundiales en función de sus esfuerzos por avanzar en la circularidad del plástico, sus emisiones de GEI derivadas de la producción de plásticos y su huella de residuos plásticos de un solo uso. El informe identifica varias conclusiones clave:
- En 2021 se produjeron 139 millones de toneladas de residuos plásticos de un solo uso, la mayor cantidad de la historia, y casi en su totalidad a partir de materias primas fósiles «vírgenes».
- Las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida de los plásticos de un solo uso en 2021 fueron equivalentes a las emisiones totales del Reino Unido.
- Entre 2019 y 2021, los plásticos de un solo uso fabricados con polímeros vírgenes se produjeron 15 veces más que los plásticos reciclados.
- Dos empresas petroquímicas están produciendo plástico reciclado a un ritmo que satisface la demanda, y otras ocho empresas se han fijado ambiciosos objetivos de polímero reciclado para 2030.
Servicios de Inversión de la Misericordia y sus socios utilizan este índice y otros recursos para ayudar a informar los compromisos con el sector petroquímico sobre la necesidad urgente de abandonar las materias primas vírgenes de combustibles fósiles y desarrollar soluciones circulares que protejan la salud humana y medioambiental.